El dato es la excusa, la opinión el objetivo.
Las encuestas políticas se han convertido en el ingrediente estrella de la estrategia mediática. El último barómetro de DYM para 20Minutos lo deja claro: “Seis de cada diez españoles creen que Sánchez debe convocar elecciones anticipadas”. Pero, ¿qué hay tras ese contundente titular?
La manipulación sutil (o no tanto) de las encuestas parte de preguntas dirigidas, diseño de muestras y una interpretación interesada de los datos. Con la escenografía de la “ruptura de Junts” y el ruido parlamentario, los porcentajes y mini-gráficos se convierten en dogmas virales que se repiten en cada tertulia y WhatsApp. Y quien no repite, peligra: 61,2% exige urnas ya, 88% de votantes del PP y 90% de Vox aplauden la moción anticipada. Y hasta un 42,5% de los votantes del PSOE, nos cuentan, también estarían listos para “echar la papeleta” de nuevo.
Pero el truco está en el recorte, el sesgo, la cocina. Si las cifras de la izquierda son discretas, la narrativa se centra en la “deriva” y la “división del progresismo”. Si la derecha suma, el mensaje es de “mayoría solvente y gobernabilidad”. ¿El dato realmente refleja a la sociedad? ¿O se adereza según convenga el menú informativo del día?
Este tipo de sondeos sirven tanto de termómetro como de martillo: no miden la temperatura, la moldean al gusto del consumidor político. No faltan detalles técnicos para vestir de rigor lo que es puro storytelling electoral: ficha de campo, cuotas y márgenes de error cuidadosamente seleccionados.
¿Consecuencia? Se instala una realidad paralela: la legislatura es inviable “porque lo dice la encuesta” y la opinión pública parece más una jauría de trending topics que una sociedad crítica.
#encuestas #eleccionesanticipadas #manipulación #opiniónpública #titulares #Sánchez #PP #Vox #PSOE #barómetro #demoscopia #datos #muestra #trending #redessociales
Comentarios
Publicar un comentario