Vox, el independentismo catalán y la Champions del fascismo.

VOX, AC y Junts juegan en la Champions del fascismo. El independentismo catalán asciende de división: ahora tiene ultras, xenofobia made in Girona y una ultraderecha que no necesita traducción. Junts, PP y Vox se reparten la afición… pero el trofeo siempre se lo lleva el odio.

Vox pone las reglas, AC fichan radicales y Junts sube al palco: la ultraderecha catalana por fin juega en la Champions. El procés quedó obsoleto; la nueva moda es el “ultra-procés”. De la mano de Vox y Aliança Catalana, el independentismo catalán tiene ahora lo que lleva años envidiando: ultras tan puros como el fascismo más clásico.

En Girona y Ripoll, la xenofobia ya no necesita subtítulos. Lo dejó claro el CEO: AC ya juega en primera y Vox observa satisfecho. “Inmigrantes a la mar, problemas fuera”, todo con sello local y réplicas a nivel nacional. PP y Junts pasan del postureo al pacto tácito: la competición es a ver quién odia más… y Vox siempre marca el primer gol.

La receta fascista de siempre levanta pasiones: enemigos al centro, miedo en cada esquina y derechos demolidos con cada ovación. La bandera se usa como bufanda y la estelada como careta. Porque el odio no pide pasaporte, solo busca aficionados.

La política se resigna: unos imitan, otros blanquean y todos inventan excusas. El resultado es la Champions de la polarización, donde el público corea tanto en catalán como en castellano. Vox, AC, Junts y PP: Liga de campeones del miedo. La democracia juega en segunda y la convivencia… ni baja al campo. 
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