Rufián, CGPJ y PSOE: con su pan se lo coman
Rufián dispara contra el #PSOE por la condena al fiscal general, recuerda el reparto del CGPJ con el PP y deja al desnudo el lawfare que la derecha explota mientras Vox y Génova piden la cabeza del Gobierno.
Lentejas, pan y un CGPJ que siempre cae del mismo lado
#Rufián no ha descubierto América: sólo ha puesto en castellano crudo lo que la izquierda lleva una década esquivando. En España hay una parte del poder judicial, policial, mediático y digital que hace política contra determinadas ideas, pero el PSOE decidió repartirse el CGPJ con el PP y hoy se come el guiso que cocinó “con su pan se lo coman”. El Supremo ha inhabilitado al fiscal general Álvaro García Ortiz por revelar datos del novio de Ayuso, un defraudador confeso, y la derecha ha olido sangre: “sentencia histórica”, “Gobierno ilegítimo”, “elecciones ya”. No es sólo conspiración, tampoco sólo manzana podrida: es diseño institucional y decisiones políticas muy concretas.
De “nos pasó a nosotros” a “os pasa a vosotros”
Cuando fue el procès, el PSOE miró para otro lado mientras el mismo aparato se ensañaba con el independentismo. Hoy el boomerang vuelve: #ERC puede decir con razón “nos pasó a nosotros y ahora os pasa a vosotros”. Esa es la foto incómoda: #PP y #Vox llevan años erosionando la autoridad del Gobierno, pero han utilizado una justicia colonizada y un sistema mediático dócil que el propio PSOE alimentó. Lawfare no es una palabra mágica: es lo que pasa cuando los jueces militantes se sientan sobre un edificio que la socialdemocracia nunca se atrevió a reformar.
PP y Vox, carroñeros de un sistema que ayudaron a pudrir
Mientras tanto, PP y Vox se presentan como paladines de la limpieza institucional. Tellado exige la dimisión del Gobierno por haber defendido al fiscal general, y Vox habla de “vergüenza histórica” y reclama elecciones inmediatas. El partido condenado una y otra vez por corrupción y la ultraderecha que sueña con purgas institucionales usan esta sentencia como coartada para seguir demoliendo la autoridad democrática. Lo obsceno es que pueden hacerlo apoyados en un CGPJ partido a la mitad entre PP y PSOE. Eso es responsabilidad compartida, no fatalidad metafísica.
Responsabilidad compartida o bucle eterno
La lección es brutal y sencilla: si dejas el poder judicial en manos de un reparto de cromos, un día te tocará a ti. Ni todo es complot, ni todo es mala suerte individual: hay un diseño institucional, hay cobardía política, hay fraudes fiscales y también hay jueces que hacen política. O la izquierda rompe este bucle —reforma judicial real, fin del reparto con el PP, tolerancia cero con la corrupción propia— o seguiremos viviendo de lentejas: lo tomas o lo dejas, pero te lo vuelves a comer.
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