Los jueces, el PP y Junts: "Reset" a la amnistía, versión Feijóo. ¡Contador a cero, hipocresía a mil!

¿Recuerdas aquel Feijóo que clamaba por prisión para Puigdemont mientras llenaba las calles contra la amnistía? Olvida la hemeroteca, porque ahora, con el aval europeo y el Constitucional en la mochila, la derecha prepara la catapulta para pasar página, resetear el procés y tenderle la mano a Junts. Y todo en el nombre del “interés general” y la reconciliación, siempre que la derecha controle el manual de instrucciones. En este país, la amnesia selectiva no viene en pastillas: se promulga a golpe de Congreso.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se corona como maestro de las contradicciones políticas: un día agita pancartas exigiendo cárcel para los independentistas y al siguiente les propone resetear el marcador. El TJUE y el Constitucional han dado luz verde a la amnistía, Europa mira para otro lado y, como por arte de magia, lo que antes se tachaba de “ilegal, inmoral e inconstitucional” ahora se convira en fórmula para estabilizar España. Los jueces, lentos en aplicar la norma bajo Gobierno progresista, recibirán indicaciones para poner el turbo si la derecha recupera la batuta.

La reconciliación Junts-PP ya no es teoría de la conspiración, sino conversación de pasillos en la Junta de Portavoces. Puigdemont no descarta nada: los de Junts necesitan desalojar a Sánchez, frenar fugas de votos y volver a ser protagonistas. Si algún partido puede convencer a los jueces de pasar página, ese es el PP. Feijóo ya lo insinuó durante sus intentos fallidos de investidura, ofreciendo pactos encubiertos desde la sombra, como el uso del catalán en las cámaras legislativas.

Mientras Moncloa celebra la “validación jurídica y política” de la amnistía, Junts redobla la presión y exige elecciones anticipadas. El PSOE observa con inquietud la interlocución cada vez más estrecha entre populares e independentistas, aunque confían en que la incertidumbre judicial retenga a Junts en el limbo rupturista. Pero si algo queda claro es que la amnistía, impulsada por la izquierda, será la herramienta favorita de la derecha cuando toque, borrando de un plumazo todas sus críticas pasadas.

La gran función, en definitiva, será el momento en que la derecha se apropie del discurso reconciliador y, sin necesidad de recordar sus diatribas legales y morales, apueste por “el bien de España”. Porque aquí, los principios constitucionales y la separación de poderes duran menos que un trending topic. Cuando la derecha sienta que le conviene, la amnistía será el “milagro jurídico” que calme las aguas y allane su llegada a la