Policías corruptos, jefes antidroga detenidos. La mierda salpica.
Policías corruptos, jefes antidroga detenidos, millones en efectivo y alijos de cocaína que “desaparecen” del depósito: la corrupción policial en España demuestra que el veneno no está solo en la política, también dentro de los cuerpos que presumen de ejemplaridad.
La corrupción está en todas partes: en los despachos, en los consejos de administración… y también en la Policía y la Guardia Civil. Esa es la frase incómoda que nadie quiere escuchar cuando nos hablan de “honor”, “sacrificio” y “cuerpos ejemplares”. Pero, mientras nos venden héroes, los titulares se llenan de jefes antidroga detenidos por quedarse con parte de los alijos de droga.
Un jefe de Estupefacientes de la Policía Nacional acaba entre rejas por presuntamente desviar cocaína incautada y guardar miles de euros en efectivo, mientras su entorno político prefiere mirar hacia otro lado. Otro inspector jefe, esta vez de la UDEF, aparece investigado tras descubrirse más de 20 millones de euros en efectivo vinculados a operaciones antidroga y grandes alijos de cocaína. No es una serie de Netflix, es el retrato de cómo una parte del sistema se ha especializado en jugar a policías y ladrones haciendo de los dos papeles a la vez.
Cuando quien manda en la lucha contra el narcotráfico es quien hace negocio con la droga decomisada, ya no hablamos de “manzanas podridas”: hablamos de un barril contaminado. No es solo un policía corrupto, es una estructura que permite que un jefe antidroga acumule fortuna, contactos y poder sin que nadie pregunte de dónde sale tanto lujo con un sueldo público.
La corrupción policial duele doble: traiciona a la ciudadanía y traiciona a los agentes honestos que sí se juegan la vida. Pero mientras se tapa todo con el mantra de “casos aislados”, los mismos nombres se repiten: antidroga, UDEF, narcotráfico, millones, alijos que cambian de manos. No, no es un fallo del sistema: es el sistema permitiendo que el dinero sucio encuentre uniforme, placa y pistola.
La corrupción está en todos lados, también en la Policía y la Guardia Civil. Y hasta que no dejemos de aplaudir el relato de “héroes intocables”, seguiremos teniendo policías corruptos jugando a narcos con nuestro dinero y nuestra seguridad.
Comentarios
Publicar un comentario